Chile se convirtió en el primer país en ratificar el Tratado Global de los Océanos. Este es un acuerdo histórico. Busca conservar la biodiversidad marina en aguas internacionales. Con él, se quiere proteger el 30% de los mares para 2030. Esto es clave contra la contaminación, la sobrepesca y la minería submarina.
La aprobación del acuerdo
El Senado chileno aprobó el acuerdo por unanimidad. El pacto se conoce como BBNJ (Acuerdo sobre la biodiversidad marina más allá de la jurisdicción nacional). Los países de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) lo negociaron y acordaron en marzo de 2023.
¿Qué protege el tratado?
Las aguas internacionales están a más de 200 millas de la costa y suponen dos tercios del total de los océanos. Hasta ahora, su gestión era confusa y sin una jurisdicción clara. El nuevo Tratado de Alta Mar ofrece un marco legal para su protección.

Beneficios y objetivos
El acuerdo crea un marco para compartir los beneficios de los recursos genéticos marinos, especies que podrían proporcionar genes patentables para su uso en medicina. El tratado también garantiza que los países tengan en cuenta el impacto ambiental de sus actividades en aguas internacionales y facilita la cooperación en tecnología marina.
Este acuerdo es vital para proteger los océanos, que se encuentran bajo una creciente amenaza. Los grupos ecologistas han señalado que el Tratado Global de los Océanos ayuda a combatir la contaminación, la crisis climática y el avance de tecnologías que permiten una pesca más intensiva y la minería en el fondo del mar.

