El Pantanal, el humedal más grande del mundo, compartido por Brasil, Bolivia y Paraguay, se encuentra al borde de una crisis hídrica sin precedentes. Un estudio reciente del Foro Mundial para la Naturaleza (WWF), divulgado el miércoles 3 de julio, advierte que este ecosistema podría atravesar la peor sequía de su historia en 2024.
La falta de inundaciones en los primeros meses del año, un período que típicamente se caracteriza por abundantes lluvias, ha sido un factor clave en el surgimiento de una ola de incendios sin precedentes. Durante el primer semestre de este año se registraron más de 2.000 incendios, el número más alto desde 1998. «Tuvimos poca lluvia y esta lluvia seguirá siendo poca en los próximos meses», afirmó Helga Correa, especialista en conservación del WWF y coautora del estudio.
El Impacto de la Sequía
La temporada de lluvias en el Pantanal normalmente se extiende de octubre a abril, mientras que la sequía se da de mayo a septiembre. Sin embargo, entre enero y abril de este año, el promedio de superficie cubierta por agua en el Pantanal fue un 9% menor en comparación con la media registrada en años anteriores durante la temporada de sequía. Esto representa una reducción de aproximadamente 440.000 hectáreas en un ecosistema que abarca 250.000 kilómetros cuadrados.

Uno de los indicadores más alarmantes es la baja en el nivel del río Paraguay, que actualmente está por debajo de los cuatro metros, un nivel crítico que marca el inicio de una sequía en el bioma. En los primeros cinco meses del año, la altura del río apenas superaba el metro, situándose un 68% por debajo del promedio esperado para ese período. Esta drástica disminución en los niveles de agua ha contribuido significativamente al aumento de los incendios, con 2.639 focos de fuego registrados oficialmente.

La Influencia de «La Niña»
El fenómeno meteorológico de «La Niña» también ha jugado un papel crucial en esta crisis, ya que se asocia con una reducción en las precipitaciones en la región. Helga Correa instó a las autoridades y a la sociedad civil a implementar medidas preventivas enfocadas en los incendios y a anticipar las áreas que serán más afectadas por la falta de agua, con el fin de minimizar el impacto en las comunidades locales.

Correa señaló que esta crisis hídrica ya había sido advertida décadas atrás debido al proceso de degradación del humedal, especialmente en sus cabeceras. Las advertencias incluían una reducción en la disponibilidad de agua, deforestación y un aumento en los incendios. «El Pantanal es uno de los humedales con mayor biodiversidad del mundo aún preservada. Es un patrimonio que debemos conservar», destacó la experta, advirtiendo que estos eventos pueden llevar al ecosistema a un punto sin retorno.