Bajo el mar existen otras fuentes de energía renovable como algas, peces y bacterias con capacidades fotosintéticas.
Investigadores de la Universidad Tecnológica de Chalmers, en Suecia, han descubierto el potencial de las medusas bioluminiscentes “Aequorea victoria” como una fuente de energía renovable y sostenible. Estas medusas contienen una proteína verde fluorescente (GFP) que les permite brillar y generar electricidad cuando se exponen a la luz ultravioleta.
Además de su uso como fuente de energía, la GFP también tiene aplicaciones en medicina, como la detección de tumores, el virus del VIH y el estudio del Alzheimer. Este descubrimiento abre la puerta a nuevas tecnologías energéticas y biomédicas que podrían revolucionar diversos sectores.
A pesar de los compromisos globales de neutralidad de emisiones para mediados de siglo, las acciones concretas aún no son suficientes para revertir la crisis climática. Sin embargo, el despliegue acelerado de energías limpias está marcando un cambio hacia un futuro más sostenible.

La Universidad Tecnológica de Chalmers ha desarrollado un dispositivo fotovoltaico de GFP que utiliza células solares de silicio, obtenidas de las células vivas de la medusa Aequorea victoria.
Estas nuevas tecnologías podrían revolucionar la industria de la energía solar al eliminar la necesidad de materiales costosos como el dióxido de titanio. Además, se están explorando dispositivos flotantes biomecánicos que interactúan con algas y bacterias para generar energía de forma sostenible y sin necesidad de una fuente de luz externa.

Medusa gelatina cristal (Aequorea victoria)
Elegante y casi transparente, este tipo de medusa tiene filamentos largos y delicados. Puede dilatar su boca cuando se alimenta, hasta llegar a tragar medusas de más de la mitad de su tamaño.
Cuando se altera, emite una luminiscencia verde-azulada bajo iluminación especial, gracias a más de 100 minúsculos órganos que rodean la campana exterior. Es cosechada por su aecuorina bioluminosa, que se utiliza en experimentos neurológicos y biológicos para detectar el calcio.
Las medusas gelatina cristal nadan solo un poco y se dejan arrastrar por la corriente, flotando a la deriva. Toda la basura que tiramos al océano flota junto con ellas y otras especies también notables, provocando perjuicios en el ecosistema .