Un nuevo informe firmado por más de 60 destacados científicos del clima ha encendido una señal clara: el tiempo para evitar que el calentamiento global supere 1,5 °C se está agotando. Si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan al ritmo actual, el mundo agotará su “presupuesto de carbono” en apenas tres años.
El compromiso internacional asumido en París en 2015 —limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C respecto de los niveles preindustriales— buscaba evitar los impactos más extremos del cambio climático. Sin embargo, el uso sostenido de combustibles fósiles y la pérdida de bosques han puesto ese objetivo en una zona crítica.
“La Tierra está cambiando rápidamente. El calentamiento y el aumento del nivel del mar se están acelerando como nunca antes”, advierte el profesor Piers Forster, autor principal del informe y director del Centro Priestley para el Futuro del Clima (Universidad de Leeds).

¿Qué significa agotar el presupuesto de carbono?
A comienzos de 2020, se estimaba que la humanidad podía emitir hasta 500.000 millones de toneladas adicionales de CO₂ y aún tener un 50 % de chance de mantener el calentamiento en 1,5 °C. Hoy, esa cifra se ha reducido a unas 130.000 millones. Con emisiones anuales cercanas a los 40.000 millones, el margen se achica a pasos acelerados.
El informe subraya que esta reducción se debe tanto a niveles récord de emisiones como a mejoras en la precisión científica. Si se mantiene la trayectoria actual, el umbral simbólico de 1,5 °C sería alcanzado hacia 2030.
No obstante, los científicos insisten en que aún estamos a tiempo de mitigar los daños más graves. “Cada décima de grado que logremos evitar puede traducirse en menos sufrimiento, especialmente para las comunidades más vulnerables”, señala Joeri Rogelj, experto en ciencia y política climática del Imperial College de Londres.
Un sistema en desequilibrio
Uno de los datos más impactantes del informe es la velocidad a la que la Tierra acumula calor —un fenómeno conocido como “desequilibrio energético”—, que ha aumentado drásticamente en la última década. Cerca del 90 % de ese exceso térmico es absorbido por los océanos, lo cual intensifica el aumento del nivel del mar y amenaza los ecosistemas marinos.
De hecho, la tasa de incremento del nivel del mar se ha duplicado desde la década de 1990, afectando a millones de personas en zonas costeras. Esta aceleración también está vinculada a la disminución de aerosoles, pequeñas partículas que antes contribuían a un leve enfriamiento global.

¿Y ahora qué?
Aunque el escenario parece desafiante, hay señales de cambio. La adopción creciente de tecnologías limpias sugiere que la tasa de emisiones podría estar desacelerándose. El informe enfatiza que los próximos años son decisivos: reducir las emisiones de forma rápida y sostenida podría marcar la diferencia.
El Acuerdo de París nunca prometió que un mundo con 1,5 °C de calentamiento sería completamente seguro. Lo que la ciencia indica es que cada fracción de grado cuenta. Y en ese margen se juega la posibilidad de un futuro más habitable y justo para todas las comunidades.

