Cada vez son más los defensores ambientales que pierden la vida por proteger nuestro planeta, según el informe de la ONG británica Global Witness.
El año pasado, 177 defensores perdieron la vida, elevando el número a 1.910 asesinatos desde 2012. Es importante destacar que 1.390 de estos asesinatos tuvieron lugar desde la adopción del Acuerdo de París, entre el 12 de diciembre de 2015 y el 31 de diciembre de 2022.
Situación alarmante
La situación sigue siendo preocupante, ya que en promedio, un defensor fue asesinado cada dos días en 2022 y en 2021. Aunque, la cifra general de 2022 es ligeramente menor que la de 2021, cuando se registraron 200 asesinatos, esto no significa que la situación haya mejorado significativamente.
La crisis climática y la creciente demanda de productos agrícolas, combustibles y minerales continúan aumentando la presión sobre el medio ambiente y sobre aquellos que arriesgan sus vidas para protegerlo. Además, cada vez se utilizan más estrategias no letales como la criminalización, el acoso y los ataques digitales para silenciar a los defensores.

Autor KARINA ILIESCUTestigo Global
La preocupante situación de la violencia en América Latina
La región latinoamericana sigue siendo motivo de inquietud, ya que en 2022 representó el 88% de los homicidios en todo el mundo. De hecho, 11 de los 18 países donde se documentaron casos en ese año se encontraban en América Latina.
Colombia lidera el ranking mundial de asesinatos
Desafortunadamente, este ha sido otro año terrible para Colombia, con casi el doble del número de asesinatos en comparación con 2021, cuando 33 defensores perdieron la vida. Los ataques brutales continúan siendo dirigidos hacia los pueblos indígenas, las comunidades afrodescendientes, los pequeños agricultores y los activistas ambientales.
A pesar de esto, hay razones para tener esperanza. Desde que Gustavo Petro se convirtió en el primer presidente de izquierda de Colombia contemporánea en agosto de 2022, ha prometido la protección y transformación social para las personas defensoras, algo que ningún gobierno había hecho antes.

Autor ALAN CHAVES AFP VIA GETTY IMAGES
Preocupante aumento de la violencia en Brasil
El número de defensores que perdieron la vida en 2021 aumentó a 34, en comparación con los 26 del año anterior. Tristemente, los defensores en Brasil enfrentaron una hostilidad implacable por parte del gobierno del ex presidente Jair Bolsonaro. Las políticas de Bolsonaro fomentaron la explotación y destrucción del Amazonas, socavado las instituciones ambientales y permitido invasiones ilegales de tierras indígenas.
Baja en número de asesinatos en México en 2022, aunque la violencia sigue afectando a defensores de la tierra y el ambiente
México, lamentablemente conocido por ser el país con más asesinatos a nivel mundial, registró una significativa disminución de 54 a 31 homicidios de 2021 a 2022. Sin embargo, esta disminución no garantiza la seguridad de quienes defienden la tierra y el medio ambiente, ya que al menos 16 de las víctimas eran pueblos indígenas y cuatro eran abogados.
Los defensores de estos derechos humanos enfrentan una situación terrible en México, donde las agresiones no letales como intimidaciones, amenazas, desplazamientos forzados, acoso y criminalización siguen siendo una constante que obstaculiza gravemente su trabajo.
La cruda realidad de Honduras.
Los 14 asesinatos en 2022 convierten al país en la nación con la tasa de homicidios per cápita más alta del mundo. A pesar del compromiso de proteger a los defensores por parte de la primera presidenta del país, Xiomara Castro, las cifras no son alentadoras en 2023, ya que la violencia se está expandiendo, con informes de asesinatos y ataques no letales en todas las regiones del territorio.

Imagen Cícero Pedrosa Neto Amazônia Real CC BY NC SA
Un año peligroso para los defensores en la Amazonía
Global Witness ha publicado su informe anual, centrándose por primera vez en el papel de los defensores del medioambiente en la selva amazónica, que abarca partes de Bolivia, Brasil, Colombia, Perú, Ecuador, Surinam y Venezuela. Según los investigadores, el informe revela que en el año 2022, más de uno de cada cinco de los 177 asesinatos registrados en todo el mundo -39 en total- se produjeron en la Amazonía.
Los defensores del medioambiente son la primera línea de defensa contra la explotación de la selva y luchan contra empresas que actúan con impunidad, fuerzas de seguridad del Estado y asesinos a sueldo. El informe también señala que los defensores son intimidados, criminalizados, atacados y asesinados de manera sistemática.
El año pasado, el asesinato de Bruno Pereira, líder indígena brasileño, y Dom Phillips, periodista británico, conmocionó al mundo. Ambos fueron asesinados cuando regresaban de un viaje al remoto Valle del Javari, en Brasil. Este caso ilustra las amenazas a las que se enfrentan los defensores del medioambiente. En otra zona de la Amazonía brasileña, la minería ilegal de oro ha devastado la comunidad indígena Yanomami, ubicada a unos 1.000 kilómetros de donde se encontró a Pereira y Phillips.

1335 DEFENSORES PERDIERON LA VIDA PROTEGIENDO EL MEDIO AMBIENTE EN AMÉRICA LATINA ENTRE 2012 Y 2022
El camino a seguir
A pesar de la gravedad de la situación, Global Witness resaltó algunos logros ocurridos el año pasado. Se llevó a cabo la primera Conferencia de las Partes (COP) del Acuerdo de Escazú en Chile, un año después de su puesta en marcha, en la que se eligió a un grupo de representantes públicos para ayudar a implementar el tratado.
Naciones Unidas designó a su primer Relator Especial sobre Defensores del Medioambiente, el cual es el experto francés en derechos humanos Michael Forst.
La Justicia peruana condenó a cinco madereros ilegales a más de 28 años de prisión cada uno por el asesinato de cuatro líderes indígenas ashéninkas, pero lamentablemente, la sentencia fue anulada el presente año. Por otro lado, en México, un tribunal superior revocó los permisos del puerto de Veracruz otorgados por las autoridades federales debido a su impacto ambiental.
Petitorio de Global Witness
En su informe, Global Witness pide a los gobiernos que creen un entorno seguro para que los defensores y la sociedad civil prosperen, haciendo cumplir las leyes que protegen a los defensores y creando otras nuevas. Los mecanismos pertinentes existentes, como el Acuerdo de Escazú, deberían utilizarse mejor, afirma la organización.
Hasta el momento, 15 países en Latinoamérica han ratificado el tratado.
Los gobiernos también deben denunciar, investigar y exigir responsabilidades por las represalias contra los defensores, reforzando la aplicación de la ley y monitoreando mejor los ataques, afirma Global Witness. También debería exigirse a las empresas que ejerzan la diligencia debida sobre los riesgos para los derechos humanos y el medioambiente, ya que así serían más transparentes ante la violencia, dicen desde la organización.

