Durante más de un siglo, el glaciar Perito Moreno fue considerado un caso excepcional en la Patagonia. Mientras otros glaciares retrocedían, él parecía desafiar las tendencias globales con una estabilidad que desconcertaba a los científicos. Sin embargo, esa historia ha cambiado: la evidencia más reciente confirma que su retroceso es irreversible.
Un glaciar en retirada
Los datos presentados en el Glaciarium, centro de interpretación glaciológica ubicado en El Calafate, Santa Cruz, no dejan lugar a dudas. Según el glaciólogo Pedro Skvarca, el Perito Moreno ha perdido 1,92 km² de hielo en los últimos siete años, lo que equivale a unas 320 canchas de fútbol. Un dato que, lejos de ser anecdótico, ilustra la magnitud de un proceso que avanza sin pausa.
El incremento sostenido de la temperatura es un factor clave. A lo largo de los últimos 30 años, los registros han confirmado un aumento de 1,2°C en la zona del glaciar, con veranos cada vez más cálidos. De hecho, el verano 2023-2024 fue el más caluroso en tres décadas, con temperaturas que alcanzaron los +11,2°C.

Pero el deterioro no solo se refleja en la superficie. Estudios recientes indican que el glaciar se está adelgazando a una velocidad preocupante. En el perfil Buscaini, ubicado a 8 km del frente, la nueva medición satelital mostró que en menos de tres décadas el Perito Moreno perdió 25 metros de espesor. A solo 5 km del frente, la reducción anual pasó de 4 metros entre 2018 y 2022 a 8 metros por año en los últimos dos años, duplicando la tasa de adelgazamiento. En total, el glaciar ha perdido 31 metros de espesor en siete años, una cifra que confirma su estado de desequilibrio.
Las señales del cambio
Además del calentamiento, la dinámica interna del glaciar también ha cambiado. La acumulación de agua en la base, resultado de la acelerada fusión del hielo, ha aumentado la velocidad de flujo, lo que contribuye a su adelgazamiento. Este fenómeno explica por qué el Perito Moreno ha experimentado desprendimientos más frecuentes, especialmente en el Canal de los Témpanos y en el Brazo Rico.

Otra clave en este proceso es la desaparición de las morenas frontales subacuáticas, estructuras de sedimentos que alguna vez estabilizaron el glaciar. Descubiertas en 2023 por el equipo de Skvarca, estas morenas indican que el Perito Moreno ha perdido su soporte natural, dejando el frente más expuesto y vulnerable.
El monitoreo satelital también ha sido determinante para entender este proceso. Comparando imágenes del satélite Sentinel 2 de la Agencia Espacial Europea, tomadas en mayo de 2018 y mayo de 2025, se observa un claro retroceso del hielo en ambas márgenes del glaciar.
Un futuro inevitable
El Perito Moreno, que entre 1917 y 2018 se mantuvo estable, hoy forma parte de la larga lista de glaciares en retroceso acelerado. Lo que antes parecía una excepción ha demostrado ser solo una resistencia temporal ante el avance del cambio climático. La combinación del aumento de temperatura, el adelgazamiento del hielo y la aceleración de su flujo pone de manifiesto que el glaciar está cambiando a un ritmo más rápido de lo previsto.

