El proyecto “Encanto al arroyo” fue ideado por un grupo de mujeres de la Comunidad Charrúa «Basquadé Inchalá», que se traduce como «levántate hermano/a» en lengua charrúa. En el año 2023, estas mujeres fueron elegidas para participar en el Programa Defensoras Ambientales del Fondo de Mujeres del Sur.
Gracias a su selección, obtuvieron el financiamiento necesario para llevar a cabo la primera fase de este proyecto. La iniciativa busca recuperar la memoria y ancestralidad indígena, mediante la restauración del paisaje ancestral de la desembocadura del arroyo Pantanoso, cuya cuenca presenta un inmenso daño ambiental causado por la contaminación, que con los años se agrava cada vez más.
Estas mujeres charrúas expresan que “están defendiendo la vida, son cuerpo con la tierra y el arroyo, escuchan el llamado y extienden la invitación a todos/as para restaurar el paisaje ancestral. En el entorno al arroyo Pantanoso hay historias, afectos y memorias que deben ser transmitidas por todas las generaciones. Este arroyo trae consigo la lucha del Pueblo Nación Charrúa, que existe y resiste hasta hoy día en Uruguay”.
La comunidad «Basquadé Inchalá» fue fundada en enero de 2004, se encuentra ubicada en la periferia oeste de la ciudad de Montevideo, a pocos metros de la desembocadura del Pantanoso, un arroyo devastado por contaminación en una zona donde el deterioro social y ambiental se ha profundizado.
La realidad del Pantanoso
El arroyo Pantanoso que da la bienvenida a la capital de Uruguay, es el segundo afluente más importante de la bahía de Montevideo junto con el arroyo Miguelete. Símbolo de décadas de descuido ambiental y de la preservación de fauna y flora, este arroyo divide en dos la zona contigua a la bahía montevideana; de un lado el Cerro y del otro, La Teja, barrio donde está ubicada la comunidad.
Con 15 kilómetros de longitud y una cuenca de 70 kilómetros cuadrados, el arroyo nace en Cuchilla Pereira y tiene un recorrido altamente urbanizado. En su trayecto, recibe aportes de aguas residuales domésticas e industriales provenientes de curtiembres, hidrocarburos, grasería entre otros. Además, el curso sufre una continua presión de vertimientos de residuos sólidos que provienen de la clasificación informal, así como de descargas de efluentes de zonas sin saneamiento.

«Encanto al arroyo»
La restauración de una arroyo es la restauración de toda una comunidad. “El arroyo es Vida, trae Vida, el arroyo abriga y abraza Vida», expresan las mujeres charrúas. La restauración del arroyo Pantanoso significa más que la revitalización de su fuente de agua, simboliza la historia del pueblo Charrúa, la recuperación de una memoria que con el paso de los años se intenta borrar no reconociendo que ellos/as son parte de la naturaleza, que son guardianes de estos territorios.
Mujeres indígenas, defensoras ambientales y mediactivistas fueron convocadas a participar del proyecto. Actualmente, son casi 50 personas trabajando desde distintas áreas en la restauración del arroyo. Cuentan con el apoyo de la Facultad de Química de la Universidad de la República, quien lleva adelante estudios sobre la calidad del suelo y del agua.
“La promoción de los derechos de las mujeres para ejercer la justicia socioambiental es uno de los objetivos del proyecto, a través de la reproducción de la biodiversidad, la mitigación del cambio climático y el cuidado de la madre tierra” explican desde la comunidad Basquadé Inchalá.
Para lograr sus objetivos, parten de la premisa de que “es necesario ejercer el derecho a habitar sus Cuerpos-Territorios libres de contaminación ambiental para reconectarse plenamente con sus territorios ancestrales en los entornos urbanos”. Es por eso que promueven la restauración ecológica de la desembocadura del Pantanoso como un paisaje ancestral e indígena, que refleja la memoria e identidad de su cultura y que les otorga su estatus de Nación Charrúa.
Además, conciben al paisaje del territorio como una construcción socio-cultural que se debe proteger. “La violencia estructural es una realidad para las mujeres en sus territorios por lo que es esencial cerrar la brecha para recuperar la identidad indígena de sus abuelas. Además, es fundamental lograr la justicia ambiental y de género de todas las mujeres”, agregan.

Actividades abiertas para todo lo público se están realizando con el objetivo de concienciar a la sociedad en general y a los/as vecinos/as de la desembocadura del arroyo acerca de la importancia de proteger el Pantanoso. “Para garantizar la efectividad y duración del proyecto ambiental, se necesita la participación activa de diversas autoridades, tanto a nivel local, municipal como nacional.
Además, es fundamental contar con el compromiso de otras organizaciones de la sociedad civil que posean habilidades y conocimientos en el tema de protección del medio ambiente, así como de académicos y científicos. Todos estos actores son clave en el éxito del proceso”, explican las responsables del proyecto.

“Garantizar el futuro del proyecto a largo plazo también implica involucrar a otros organismos nacionales con capacidad de financiar las tareas de limpieza del arroyo. A su vez, se ha propuesto la búsqueda de fondos de apoyo a mujeres y feministas para asegurar la continuidad del proyecto en un futuro cercano”, agregan.