Coincidiendo con el Día Mundial de Ballenas y Delfines, hoy ponemos la mirada en la rica vida marina que habita o transita por las aguas de Uruguay. Nuestras costas, bañadas por el Atlántico y el Río de la Plata, son hogar y corredor migratorio para diversas especies de cetáceos, convirtiendo a Uruguay en un punto clave para su avistamiento, estudio y, crucialmente, su protección.
La rica biodiversidad marina de Uruguay
Las aguas de Uruguay son un ecosistema vibrante que acoge a varios de estos magníficos mamíferos marinos, pilares de la vida marina de la región.
- Visitantes Notables: Las especies más emblemáticas incluyen a la majestuosa ballena franca austral (cuyas poblaciones han mostrado signos alentadores de recuperación en la región), el singular delfín Franciscana (también conocido como delfín del Plata, una especie endémica y altamente vulnerable de nuestras costas), y delfines oceánicos como el delfín nariz de botella y el delfín común. En ocasiones, también se avistan ballenas jorobadas, orcas y otras especies de cetáceos mayores.
- Zona Crucial de Cría: Para la ballena franca austral, nuestras costas, especialmente en los departamentos de Maldonado y Rocha, son zonas de cría y reproducción vitales. Cada temporada invernal, la llegada de estas gigantes del mar atrae tanto a turistas como a científicos, ofreciendo un espectáculo natural inigualable y una oportunidad única para la investigación.

Desafíos locales: Amenazas específicas en nuestras aguas
A pesar de la declaración de Uruguay como santuario de ballenas y delfines en 2013, la realidad es que estos animales enfrentan desafíos significativos en nuestras propias aguas que impactan directamente nuestra vida marina:
- Captura Accidental (Bycatch): La pesca artesanal e industrial representa una amenaza grave, especialmente para el delfín Franciscana. Esta especie es particularmente vulnerable a quedar atrapada en las redes de enmalle, siendo la principal causa de mortalidad no natural para esta población única.
- Contaminación Costera: La descarga de efluentes domésticos e industriales, junto con la omnipresente contaminación por plásticos, degrada nuestros ecosistemas marinos. Los cetáceos pueden ingerir plásticos o enredarse en ellos, y la acumulación de contaminantes químicos en sus cuerpos afecta su salud a largo plazo.
- Tráfico Marítimo: El aumento de la actividad portuaria y el denso tráfico de buques en el Río de la Plata y la costa atlántica incrementa significativamente el riesgo de colisiones directas con cetáceos y contribuye a la contaminación acústica. Este ruido submarino interfiere con su comunicación y navegación, vitales para su supervivencia.
- Impacto de Proyectos Costeros: La preocupación por el posible impacto ambiental de grandes proyectos, como la construcción de la planta potabilizadora en Arazatí, subraya la necesidad de una evaluación ambiental rigurosa para cualquier obra que pueda alterar el delicado equilibrio del ecosistema costero y sus valiosos habitantes marinos.
Un compromiso uruguayo con la conservación
La declaración de nuestras aguas como santuario de ballenas y delfines fue un paso adelante crucial. Sin embargo, el verdadero desafío radica en la implementación efectiva de esta normativa y la vigilancia constante.
La investigación científica, la educación ambiental y el apoyo a las comunidades pesqueras para adoptar prácticas más sostenibles son pilares fundamentales para garantizar un futuro seguro para estos magníficos embajadores del océano en nuestras costas y para toda la vida marina en Uruguay.

En Ambienta, creemos que la protección de nuestros cetáceos es un compromiso colectivo. Te invitamos a informarte, a apoyar las iniciativas locales de conservación y a ser un agente de cambio para que la vida marina de Uruguay siga prosperando.