Investigadores de Valencia y Barcelona están estudiando cómo aprovechar el colágeno de las medusas, una sustancia gelatinosa, para desarrollar nuevos tratamientos médicos. Este proyecto, llamado COLMED -Colágeno de medusas: un recurso innovador del Mediterráneo en biotecnología azul-, busca transformar lo que antes se consideraba una plaga en un tesoro del mar.
La idea es utilizar este colágeno para crear materiales biodegradables y seguros para el cuerpo humano, que podrían ser utilizados en cirugías y otras aplicaciones médicas. ¡Una forma innovadora de aprovechar los recursos del mar y mejorar nuestra salud!»

Esta investigación, además de su enfoque científico, destaca por su carácter colaborativo. Pescadores, gobiernos y la Unión Europea se han unido en un esfuerzo conjunto para transformar un problema en una oportunidad. Al trabajar de manera coordinada, buscan desarrollar soluciones sostenibles que beneficien tanto la salud humana como el medio ambiente. Este proyecto se erige como un claro ejemplo de cómo la ciencia puede contribuir a mejorar la calidad de vida y proteger los recursos naturales.
La proliferación de la “medusa barril” (Rhizostoma pulmo) y la “huevo frito” (Cotylorhiza tuberculata) en el Mediterráneo español está causando estragos en el sector pesquero y turístico. Estas especies, que antes eran menos comunes, ahora se encuentran en grandes cantidades debido al aumento de las temperaturas marinas y otros factores ambientales.

Esta situación no solo afecta a los ecosistemas marinos, sino que también tiene un impacto económico significativo, ya que reduce la actividad pesquera y desalienta el turismo. Sin embargo, esta crisis también representa una oportunidad única para desarrollar nuevas industrias. El alto contenido de colágeno de estas medusas las convierte en un recurso valioso para la industria cosmética y farmacéutica. Los científicos están investigando cómo aprovechar este biomaterial natural para crear productos innovadores y sostenibles, generando así nuevas oportunidades económicas y contribuyendo a la economía circular.
Para comprender mejor los cambios en las poblaciones de medusas y su relación con el cambio climático, el proyecto COLMED unirá fuerzas con las plataformas ciudadanas Observadores del Mar y Proyecto Alerta Medusas. Juntos, crearán una base de datos más completa sobre la presencia de estos organismos en la Comunitat Valenciana y Cataluña, lo que permitirá analizar tendencias y tomar decisiones más informadas.

Macarena Marambio, investigadora del ICM-CSIC –Institut de Ciències del Mar del Consejo Superior de Investigaciones Científicas-, advierte que «la fase adulta de estas especies, que antes se limitaba a los meses de julio y septiembre, se ha extendido hasta noviembre». Este cambio en su ciclo de vida sugiere una mayor adaptación a las nuevas condiciones ambientales y podría tener importantes implicaciones para los ecosistemas marinos y las actividades humanas.
Para garantizar que el aprovechamiento de las medusas sea sostenible y beneficioso para todos, se llevarán a cabo talleres de capacitación con pescadores y científicos. El objetivo es desarrollar planes de gestión conjuntos que aseguren la integridad de las capturas y promuevan el uso responsable de este nuevo recurso marino. Como explica Josep-Maria Gili, investigador del ICM-CSIC, «en los últimos años, los pescadores de algunas cofradías nos preguntaban si podíamos utilizar las medusas que pescaban como un recurso alternativo a su actividad para complementar su fuente de ingresos”.