La Intendencia de Canelones, en Uruguay, ha tenido un rol clave en la coordinación del posicionamiento de Mercociudades para la COP16 en Colombia.
En una era donde la crisis ambiental global se intensifica, la Conferencia de las Partes (COP16) del Convenio sobre la Diversidad Biológica, que se celebrará el próximo 21 de octubre en Cali, Colombia, se perfila como un evento crucial. La Red de Mercociudades, integrada por diversas ciudades de América Latina, se posiciona firmemente con una visión clara y objetivos definidos para enfrentar los desafíos de la biodiversidad y el cambio climático.
La Intendencia de Canelones, en Uruguay, ha desempeñado un papel central en la coordinación del posicionamiento de Mercociudades hacia la COP16. Esta labor se enmarca en el ejercicio de la Vicepresidencia de Desarrollo Urbano y Cambio Climático, en colaboración con la ciudad de Rosario, Argentina, y como coordinador de la Unidad de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Mercociudades.

En el camino hacia la COP16, Mercociudades identificó tres prioridades clave: promover el cumplimiento de las 23 metas del Marco Global de Biodiversidad, realizar evaluaciones detalladas del progreso en estas metas, y fomentar la cooperación entre gobiernos y universidades para respaldar las políticas de biodiversidad con un análisis técnico y político. Se destacaron avances en la gestión ambiental y la conservación de la biodiversidad, incluyendo la creación de áreas protegidas y la restauración de ecosistemas.

El Intendente de Canelones, Marcelo Metediera, tras su reciente participación en el Foro Político de Alto Nivel de Naciones Unidas, subrayó la importancia de la justicia climática y el papel de los gobiernos subnacionales en la mitigación y adaptación al cambio climático. «Hace falta un mayor apoyo financiero global para que los gobiernos locales puedan enfrentar estos desafíos con mayor eficacia», enfatizó Metediera, destacando el desbalance entre quienes generan los cambios climáticos y quienes sufren las consecuencias, especialmente en los países del sur.
Objetivos Globales y Metas Ambiciosas
La conservación de la biodiversidad y la restauración de los ecosistemas terrestres y acuáticos son fundamentales para enfrentar la crisis planetaria. El Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal, acordado en la COP15, establece cuatro objetivos para 2050: integridad, conectividad y resiliencia de los ecosistemas; uso y gestión sostenible de la biodiversidad; beneficios derivados de su utilización; y medios de implementación adecuados. Además, define 23 metas para 2030, dirigidas a promover la conservación y uso sostenible de la biodiversidad.

En un documento que resalta la complejidad de la crisis climática global, incluyendo desafíos de contaminación y pérdida de biodiversidad, Leonardo Herou, director general de Gestión Ambiental de la Intendencia de Canelones, enfatizó la importancia de fortalecer las capacidades de los gobiernos locales. Subrayó la necesidad de canalizar recursos para abordar estos problemas con mayor efectividad e involucrar a las comunidades a través de estrategias de comunicación, sensibilización y educación ambiental.
América Latina en el centro del debate
América Latina, una de las regiones más biodiversas del planeta, enfrenta múltiples desafíos para preservar su riqueza biológica. Representa el 40% de la biodiversidad mundial y cuenta con un tercio de los recursos hídricos del planeta. Sin embargo, enfrenta amenazas como la sobreexplotación de especies, la contaminación y la introducción de especies exóticas. A pesar de su riqueza biológica, la región también está afectada por la degradación de los ecosistemas, lo que subraya la necesidad de enfoques de conservación integrales y cooperativos.

La importancia de la Cooperación Internacional
Los gobiernos subnacionales, como las intendencias y municipios, juegan un papel vital en la implementación de políticas de biodiversidad, ya que están directamente involucrados en la gestión de los recursos naturales y la aplicación de normas ambientales. La cooperación internacional y el acceso a financiamiento adecuado son esenciales para apoyar estos esfuerzos, especialmente en el contexto de países en desarrollo, donde los recursos pueden ser limitados. La colaboración entre diferentes niveles de gobierno y sectores económicos es fundamental para abordar de manera efectiva los desafíos ambientales y promover la sostenibilidad a largo plazo.


