En la reciente rendición de cuentas del 2 de febrero ante la Asamblea General Legislativa, el presidente Luis Lacalle Pou afirmó que Uruguay invierte en la mejora del medio ambiente, «generamos conciencia y rédito». Entre los anuncios, destacó el inicio de la obra de Arazatí y obras de saneamiento en 61 localidades del interior.
MOVUS, a través de su integrante Ana Filippini, respondió a estas declaraciones. Filippini, en diálogo con AMBIENTA, manifestó que «para el Movimiento por un Uruguay Sustentable desde el punto de vista ambiental, este gobierno ha dado pruebas de no tener mayor interés en el ambiente». Además, señaló que el Ministerio de Ambiente ha recibido solo el 0.3% del presupuesto total de los ministerios del país.
Respecto al anuncio del inicio de la obra de Arazatí (Proyecto Neptuno), MOVUS enumera una serie de situaciones críticas y perjudiciales. La organización argumenta que «comprometerse a empezar la obra de Arazatí no es solamente no hacer nada por el ambiente, sino aumentar el embargo del país». Explican que el proyecto, que busca tomar agua del Río de la Plata y trasladarla 80 kilómetros para volcarla en la red de OSE, presenta múltiples inconvenientes.
MOVUS enfatiza que «el agua a la altura de Arazatí es salobre y a veces con altos niveles de salinidad, potabilizarla puede causar problemas de salud para la población. Además, esa agua presenta con asiduidad floraciones de cianobacterias tóxicas».

Ana Filippini recuerda que la obra fue adjudicada a un consorcio de empresas privadas antes de realizar el estudio de impacto ambiental, y enumera que «el costo ascenderá a más de 900 millones de dólares; si la hiciera OSE no llegaría a costar 200 millones. El 50 % del agua que llega a la red de OSE se pierde por el mal estado de la misma; OSE alega que no tiene fondos para repararla por lo que tampoco tendrá recursos para pagar el proyecto Neptuno. Además de no poder asegurar la calidad del agua que llegue a los hogares, su costo aumentará».
«En otro orden se ha dejado sin financiamiento el tan necesario y urgente plan de agroecología pero no han faltado incentivos para los cultivos transgénicos con uso de gran cantidad de agrotóxicos que agravan los problemas de contaminación de los cursos de agua. No se han cuidado las cuencas hidrográficas, labor prioritaria ante las sequías.»
Para MOVUS, Lacalle Pou, nada dijo sobre el agua, en especial los cursos superficiales, nada respecto a usar aguas subterráneas de excelente calidad para usos industriales como los proyectos de hidrógeno y derivados.
Desde la organización ambiental denuncian que «hubo secretismo ocultando al público por ejemplo el derrame de soda cáustica de UPM y ahora los compromisos con HIF».
«Creemos que lo prioritario no ha sido el ambiente sino más de lo mismo, ganancias para empresas privadas y perjuicio para el ambiente y la gente», expresó Filippini.