Más de 80 organizaciones convocan a la marcha por el agua y la vida. La convocatoria es en el Obelisco a las 17 horas.
En el marco del Día Mundial del Agua, el próximo 22 de marzo, la Coordinación por el Agua, junto a otros colectivos sociales y ambientales, impulsarán una movilización masiva en Montevideo. El objetivo central: visibilizar la profunda crisis ambiental que enfrenta Uruguay, marcada por la degradación de sus recursos hídricos y la expansión de un modelo agroindustrial insostenible.
Bajo la consigna «Ateitén hué -somos agua-«, la marcha busca reafirmar la conexión intrínseca entre la humanidad y el agua, y exigir la protección de este recurso vital. La concentración está fijada para las 17:00 horas en el Obelisco, desde donde partirán a las 18:00 horas por Bulevar Artigas hacia el Parque Rodó. Allí, se llevarán a cabo intervenciones y un gran festival de cierre para culminar la jornada de movilización.

Las organizaciones convocantes denuncian el avance del extractivismo en la cuenca de la Laguna Merín, un ecosistema vital y la segunda reserva de agua dulce más grande de Latinoamérica. La expansión de monocultivos de soja y forestales, con sus 1.200.000 hectáreas cada uno, agrava la situación, generando contaminación, desplazando a pequeños productores y profundizando la desigualdad económica.
Además, las organizaciones critican la expansión de la industria arrocera, que consume grandes cantidades de agua y genera altos niveles de contaminación. También, condenan megaproyectos como la construcción de una hidrovía para exportar arroz, soja y productos forestales a través de Brasil, y la posible instalación de una cuarta planta de celulosa en la zona.
La marcha por el Agua y la Vida, también busca interpelar al gobierno de Yamandú Orsi (Frente Amplio), exigiendo un cambio de rumbo en las políticas ambientales. «Queremos que el nuevo gobierno defienda los derechos humanos y la salud de la población, en lugar de profundizar la desigualdad y el saqueo de nuestros recursos naturales», afirmó Marcelo Cabrera, miembro de la Coordinación por el Agua.

Las organizaciones socioambientales denuncian la creciente privatización del agua y la inacción del Estado frente a los intereses de las grandes empresas agroindustriales. Esta situación, sumada a la concentración poblacional en la zona metropolitana, invisibiliza la crisis que afecta a gran parte del territorio nacional.
«Estamos en un punto de inflexión: debemos decidir si el agua se usará para generar empleo y alimentos de calidad, o si seguirá destinada a la exportación en forma de commodities, como soja, arroz y productos forestales», expresó el activista.
En febrero de 2024, en una entrevista con Ambienta, Marcelo Cabrera, señalaba estas prácticas no solo generan una severa contaminación en los cursos de agua, sino que también profundizan la desigualdad económica y la pérdida de soberanía nacional.

«Tenemos 1.200.000 hectáreas de monocultivo forestal y una extensión similar de monocultivo de soja, que compiten por el uso de la tierra y el agua, mientras contaminan nuestras fuentes hídricas y desplazan a pequeños productores», afirmó recientemente Cabrera a Diario La R.
COORDINACIÓN POR EL AGUA. Surgida hace tres años, tras la pandemia, la Coordinación por el Agua busca reactivar la movilización social en defensa del agua y la vida, retomando el legado de organizaciones históricas como la Comisión Nacional en Defensa del Agua y la Vida y el Sindicato de OSE (FFOSE).