La Red Nacional de Educación Ambiental (ReNEA) de Uruguay celebró 20 años de existencia. Un conversatorio en el Edificio Anexo de Presidencia marcó el inicio de un ciclo de actividades en todo el país. Este hito representa dos décadas de trabajo ininterrumpido. Además, reafirma el rol de la red en la promoción de una conciencia ambiental que es, al mismo tiempo, crítica y constructiva.
Desde su creación en 2005, esta red ha logrado una articulación única en la región. Reúne a organismos gubernamentales, instituciones de educación formal y a la sociedad civil. Luis Garibaldi y Graciela Salaberri, quienes participaron en la mesa de apertura, destacaron el carácter transversal e interdisciplinario de la iniciativa.

ReNEA: Dos décadas de logros y colaboración
A lo largo de sus 20 años, la Red ha obtenido logros significativos. Uno de los más importantes fue la aprobación del Plan Nacional de Educación Ambiental en 2014. Esta es una herramienta fundamental para guiar políticas y acciones en el área.
Otro hito ha sido la creación de los nodos locales. Estos son espacios de encuentro y trabajo en departamentos como Canelones, San José, Colonia, Artigas y Rivera. Permiten la participación desde las bases y fortalecen la educación ambiental a nivel comunitario. Según Salaberri, la participación es la base de todo.
Sin embargo, los desafíos persisten. El objetivo es que la educación ambiental aborde problemáticas actuales. Se busca posicionar a la red como un actor clave frente al acceso al agua segura, la salud o el impacto de la producción sobre los recursos naturales.

La esencia del encuentro: del sentir al hacer
La celebración no fue solo un acto protocolar, sino una manifestación de la esencia de la red. Poemas y reflexiones invitaron a «sentipensar» la educación ambiental. Plantas aromáticas y una obra de la artista Indira Manzano simbolizaron la conexión entre la reflexión y la acción.
La agenda de actividades para el resto del año demuestra el compromiso continuo de la red. Incluye cursos, talleres, seminarios y un concurso para instituciones de primera infancia. Salaberri señaló que es un espacio de acción donde los temas ambientales no solo se debaten, sino que se abordan con una mirada crítica.
La meta final de la red es clara: alcanzar un desarrollo humano sostenible. Su objetivo es garantizar el bienestar de la sociedad en armonía con su ambiente, promoviendo el bien común, la justicia y la soberanía ambiental.