La apuesta del gobierno por la represa de Casupá
El ministro de Ambiente, Edgardo Ortuño, destacó en Florida la importancia de la represa de Casupá para el país. Aseguró que el proyecto se llevará adelante con todas las garantías ambientales. Esta obra busca asegurar el abastecimiento de agua potable para más de 1.800.000 personas en la zona metropolitana de Uruguay.
La construcción de la represa tendrá impactos sociales, ambientales y económicos. Por ello, el Ministerio de Ambiente prevé un año de estudios de impacto ambiental. Lo hará en colaboración con OSE, la Facultad de Ingeniería y técnicos de diversas áreas del gobierno.
Diálogo y participación: los pilares del proyecto
El intendente de Florida, Carlos Enciso, subrayó la importancia de abordar los beneficios laborales y la infraestructura. También destacó la necesidad de tomar precauciones para los productores locales. Por su parte, el ministro Ortuño señaló que el proceso recién comienza. El diálogo y la participación serán sus pilares.
«Casupá debe tener un proceso de escucha y participación, con un diálogo fluido con las autoridades locales», afirmó el ministro. Adelantó que equipos del Ministerio y de OSE trabajarán con vecinos y productores desde la próxima semana.
El ministro aseguró que la obra contempla medidas de compensación. También habrá indemnizaciones por expropiaciones y respuestas concretas para las familias afectadas por la futura inundación de terrenos.

Una respuesta a la crisis hídrica de 2023
Ortuño recordó que la crisis hídrica de 2023 evidenció la vulnerabilidad del sistema de agua del país. Por eso, reafirmó que la represa de Casupá es una respuesta estructural para evitar situaciones similares en el futuro.
Se prevé que las obras inicien en 2027, una vez que terminen las etapas de estudio y planificación. El llenado de la represa, que permitirá un trabajo de acompañamiento a los pobladores, está previsto para el segundo semestre de 2029.
El plan completo de obras
El plan de obras incluye dos acciones principales:
- La construcción de la represa de Casupá, con una capacidad de 118 millones de metros cúbicos.
- El apoyo a una planta potabilizadora en Aguas Corrientes y la creación de una reserva en la zona de Solís Chico.
Además de garantizar el agua por 20 años, el proyecto plantea el nacimiento de un área protegida para asegurar el recurso hídrico en cantidad y calidad.

La polémica: ¿una decisión política?
La decisión de avanzar con la represa de Casupá surge luego de que el gobierno dejara sin efecto el proyecto Neptuno, una planta potabilizadora en Arazatí. Ortuño afirmó que el gobierno anterior había tomado una «decisión política» sin respaldo técnico al impulsar aquel proyecto.