Hoy, Donald Trump ha sido investido como presidente de Estados Unidos por segunda vez, generando reacciones mixtas en el ámbito político y ambiental. Durante su primer mandato, de 2017 a 2021, Trump fue ampliamente criticado por su postura negacionista frente al cambio climático, lo que ha despertado dudas sobre cómo abordará los temas ambientales en su nueva administración.
Uno de los temas más controversiales que Trump ha decidido reactivar es la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París, un pacto internacional diseñado para combatir el calentamiento global. Durante su campaña, el presidente había prometido que, si regresaba al poder, el país se retiraría de este acuerdo, y este lunes 20 de enero, cumplió su palabra. Esta no es la primera vez que Estados Unidos abandona el Acuerdo de París; en 2017, Trump ya había realizado esta acción, que se concretó en noviembre de 2020.
Con esta medida, Estados Unidos se suma a un grupo reducido de países, como Irán y Yemen, que también han optado por no participar en un acuerdo que busca limitar el aumento de la temperatura global a 2 grados Celsius, y hacer esfuerzos para mantenerla por debajo de 1,5 grados. Al firmar la orden de retirada, Trump afirmó: «Me retiro inmediatamente de la injusta y unilateral estafa climática de París. Estados Unidos no saboteará nuestras propias industrias mientras China contamina impunemente».

Imagen Joe RaedleGetty Images
Durante su discurso de investidura, Trump también reafirmó su intención de explotar las vastas reservas de petróleo y gas de EE.UU., prometiendo una política de «perforar, perforar, perforar». Además, se anticipa que su administración buscará deshacer las políticas climáticas implementadas por su predecesor, Joe Biden.
Expertos en medioambiente han expresado su preocupación por las repercusiones de esta decisión. Laura Schäfer, de la ONG Germanwatch, advirtió que la retirada de EE.UU. del Acuerdo de París eliminaría la obligación del país de reducir sus emisiones, lo que podría tener consecuencias devastadoras para el clima global. Carlos Nobre, científico brasileño y miembro de la Academia Mundial de la Ciencia, también alertó sobre la preocupación global ante la posible repetición de las acciones de Trump en su primer mandato.
Aunque Trump ha tomado medidas rápidas para formalizar la salida de EE.UU. del Acuerdo de París, se estima que la retirada no será oficial hasta dentro de un año. Esto significa que el país seguirá siendo parte del acuerdo durante la próxima conferencia sobre el clima COP.
En Latinoamérica, la llegada de Trump a la presidencia también genera preocupación por la creciente presión para la explotación de minerales críticos, especialmente en el triángulo de litio que abarca Argentina, Bolivia y Chile. Se prevé una política agresiva en cuanto a la explotación de estos recursos, lo que podría tener un impacto directo en las comunidades locales.

Con la administración de Trump, el panorama para el ambiente y la política climática en Estados Unidos se presenta complicado, y las implicaciones podrían sentirse a nivel global. La comunidad internacional estará atenta a los próximos pasos de la nueva administración y su efecto en los esfuerzos por combatir el cambio climático.