En un momento de tensiones geopolíticas y retrocesos en la financiación de múltiples organismos internacionales, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) recibió una señal alentadora.
Durante las negociaciones celebradas esta semana en Bonn, Alemania, cerca de 200 países -desde potencias como Japón hasta naciones insulares como Fiyi – acordaron aumentar en un 10% el presupuesto base de la CMNUCC para el período 2026-2027, alcanzando los 81,5 millones de euros.
Este respaldo financiero representa un compromiso colectivo por sostener la arquitectura internacional contra el cambio climático, aún en un contexto de recortes presupuestarios generalizados, provocados en parte por la disminución del apoyo estadounidense y la resistencia política a políticas ambientales más ambiciosas en algunos países europeos.
Uno de los datos más destacados del acuerdo es el aumento en la contribución de China, que cubrirá el 20% del nuevo presupuesto, frente al 15% anterior. La cifra refleja tanto su crecimiento económico como una mayor disposición a asumir responsabilidad internacional en materia climática.
Solo Estados Unidos tendría una participación mayor, del 22%, aunque su gobierno -ausente en las negociaciones de esta semana- mantiene suspendido su financiamiento oficial. En su lugar, la organización filantrópica Bloomberg Philanthropies ha ofrecido cubrir el aporte correspondiente.

Simon Stiell, secretario ejecutivo de la CMNUCC, celebró la decisión como “una clara señal de que los gobiernos siguen considerando la cooperación climática convocada por la ONU como esencial, incluso en tiempos difíciles”. La CMNUCC desempeña un rol clave al organizar las negociaciones multilaterales que dieron lugar, entre otros acuerdos, al Acuerdo de París de 2015.
El organismo ha enfrentado serios desafíos financieros en los últimos años, con retrasos en los pagos de sus principales donantes y una plantilla modesta de apenas 181 empleados financiados con su presupuesto central.
En contraste, otros organismos de la ONU, como la agencia de comercio y desarrollo, superan los 400 empleados y también enfrentan recortes drásticos. La Secretaría General de la ONU, por ejemplo, proyecta una reducción del 20% sobre su presupuesto de 3.700 millones de dólares.
En medio de estas turbulencias, el aumento del presupuesto de la CMNUCC no sólo aporta estabilidad operativa, sino que reafirma la necesidad urgente de mantener los espacios de cooperación multilateral para abordar la crisis climática global.
En base a Reuters

