Cecilia Alamon, destacada activista ambiental, nos brinda un espacio en su apretada agenda para conversar sobre Punta Ballena, un enclave natural que ha capturado la atención pública de manera excepcional, trascendiendo los límites de los círculos ambientalistas tradicionales.
En el corazón de esta movilización se encuentra una campaña de recolección de firmas, impulsada por organizaciones sociales y ambientales, cuyo objetivo primordial es declarar a Punta Ballena como un área natural protegida, libre de futuras edificaciones. Esta iniciativa demanda incontables horas de dedicación y compromiso, al igual que otras acciones emprendidas por estas organizaciones en su incansable labor por «salvar» este emblemático paraje.
Las últimas semanas han sido especialmente intensas para los integrantes de estas organizaciones, así como para académicos y defensores de Punta Ballena. En medio de esta vorágine de actividades, logramos concertar esta entrevista para Ambienta con Cecilia Alamon, quien nos ofrece una visión privilegiada de la situación y los desafíos que enfrentan.
-¿Qué evaluación hacen de las movilizaciones realizadas contra el Proyecto Punta Ballena?
-Desde el movimiento «No al Proyecto Punta Ballena» y la Red Unión de la Costa, realizamos una evaluación sumamente positiva. La convocatoria y el movimiento generado han tenido un impacto significativo. Destacamos la amplitud de las repercusiones y movilizaciones, que han abarcado diferentes ámbitos sociales al movilizar tanto a grupos ambientales como de conservación que mantuvieron contacto con nosotros y aportando muchísimo. Hemos recibido apoyo y colaboración de diversas personas que se han acercado, se han puesto en acción y han contribuido a esta causa. La academia, la universidad tanto a nivel nacional como internacional, ha participado activamente. Académicos de diversos ámbitos que ofrecieron sus opiniones y comentarios sobre Punta Ballena.
En el ámbito político, figuras de distintos partidos y niveles de gobierno han expresado su apoyo -aunque sea verbalmente-. El tema ha estado en la discusión política. La sociedad civil,en general en Uruguay y en particular la población local de Maldonado y los residentes de Punta Ballena, también han estado involucrados. Personas de diversas partes del mundo se han comprometido con la causa, difundiendo y compartiendo esta preocupación desde sus respectivos lugares. En resumen, las movilizaciones en relación con Punta Ballena han sido impresionantes y extremadamente positivas, superando ampliamente las expectativas iniciales.
-¿Por qué el tema Punta Ballena tomó una magnitud que trascendió el Uruguay?
-Si bien Punta Ballena es un conflicto ambiental y territorial como muchos otros que han surgido recientemente, especialmente en la costa de este país, en Punta Ballena se reúnen diversas condiciones en las que varios valores se entrelazan al mismo tiempo, coexistiendo y prevaleciendo. Por lo tanto, deja de ser simplemente un conflicto ambiental y comienza a ser también un conflicto social, un conflicto por el patrimonio y un conflicto por la cultura. Es en esta convergencia de valores donde este lugar se vuelve tan único y adquiere relevancia. Cuando un conflicto territorial afecta la identidad de las personas que viven en sus alrededores, como en este caso, se vuelve algo profundamente significativo. Creemos que Punta Ballena alcanza tal magnitud precisamente por la diversidad de valores que posee. Es un reflejo de la necesidad de abordar este tipo de conflictos con una perspectiva multidisciplinaria, superando miradas compartimentadas sobre temas ambientales, fauna o biodiversidad, para adoptar enfoques interseccionales.
Cuando un conflicto territorial afecta la identidad de las personas que viven en sus alrededores, como en este caso, se vuelve algo profundamente significativo. Creemos que Punta Ballena alcanza tal magnitud precisamente por la diversidad de valores que posee
Cecilia Alamon
-Han lanzado una campaña de recolección de firmas, ¿qué objetivos persigue?
-Son dos iniciativas. Una es una iniciativa nacional que va dirigida al presidente y a los ministros de ambiente y ordenamiento territorial y la otra iniciativa es una propuesta legislativa departamental. La iniciativa nacional que no tiene un mínimo de firmas, es una expresión popular una expresión de la ciudadanía de la voluntad de conservar este lugar, esperamos presentarla para fines del mes de abril que es cuando se espera que sea la Audiencia Pública, que recordemos es la parte del proceso de evaluación de impacto ambiental que está siguiendo un curso en este momento por parte de los interesados del proyecto. La iniciativa departamental si tiene un mínimo de firmas. Debemos llegar a un 15% del padrón electoral de Maldonado que son unas 25.000 firmas, por lo tanto esa fecha de finalización va a depender de cómo vayamos en cantidad de firmas. todavía no tenemos un número de cuántas vamos porque está disperso por todo el territorio uruguayo, por suerte, en distintos puntos de recolección de firmas hay personas que están ocupando de este trabajo y esto implica una logística de conteo que esperamos presentarla para después de abril.
-¿Cómo está funcionando la campaña?
-La campaña de recolección de firmas viene súper, viene avanzando. Estamos con varios equipos trabajando y si bien se han acercado muchos voluntarios todavía necesitamos más. Necesitamos más manos para llevar adelante esta campaña, que al final es llevar al papel toda esa masividad que se ha movilizado por Punta Ballena, esto tiene su complejidad.

-¿Qué esperan con esta iniciativa?
-Esperamos que Punta Ballena sea declarada como Área Natural Protegida, un objetivo compartido por ambas iniciativas que en ese lugar no se pueda edificar y convertirlo en un espacio para la conservación. Personalmente, considero que esta iniciativa también pretende convertirse en un mecanismo para abordar los conflictos territoriales existentes. Se presenta como una herramienta para resaltar y promover los valores ambientales, sociales y culturales, además de educarnos sobre estos temas y nuestros derechos, así como las herramientas legales disponibles para hacerlos valer. Creo que va más allá de Punta Ballena y servirá como inspiración para futuras iniciativas.