Por Antonio José Paz Cardona I *Mongabay
Expertos de diferentes organizaciones aseguran que falta voluntad política para que la agenda de biodiversidad tenga el reconocimiento que merece.
Cali, Colombia. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP16) es la reunión global de la rendición de cuentas, a la que muchos países llegaron sin cumplir con la tarea que tenían asignada desde hace dos años.
Luego de que se aprobara el Marco Mundial de Biodiversidad Kunming Montreal, en la COP15 realizada en 2022, los países debían entregar su Plan de Acción de Biodiversidad (NBSAP, por sus siglas en inglés), un documento en donde deben detallar sus estrategias y acciones encaminadas a cumplir con las 23 metas con las que se comprometieron para el año 2030. Sin embargo, al comenzar la COP16, sólo 35 de 196 naciones entregaron sus planes completos.
Colombia, México, Cuba y Surinam fueron las únicas naciones latinoamericanas que hicieron la tarea, a pesar de que la presentación de los planes es uno de los puntos claves de la COP16, ya que en esta reunión se pretende analizar qué tan realistas, medibles y ambiciosas son las metas e indicadores de cada plan.

Karen Oliveira, directora de Políticas Públicas y Relaciones Internacionales de The Nature Conservancy (TNC) Brasil, considera que tener sólo 35 NBSAP es algo preocupante, porque en el año 2022 todos los países asumieron el compromiso de revisar sus estrategias y, aquellos que ni siquiera las tenían, debían crearlas y establecer un plan. “Esto era muy importante, porque el Marco Mundial Kunming Montreal va hasta 2030. Sólo tenemos seis años para implementarlo”, dice Oliveira.
La construcción de planes lleva mucho tiempo, además que es necesario hacer un acuerdo con diversos actores, porque no se trata sólo de un instrumento de gobierno, “sino que debe contar con la participación de la sociedad civil, el sector privado, el sector financiero y la academia para que realmente se pueda implementar”, comenta la experta de TNC Brasil.
La cuenca amazónica, sólo con dos planes
La Amazonía enfrenta una crisis por sequías e incendios sin precedentes, lo que ha llevado a que el río Amazonas presente caudales mínimos históricos. Este bioma es clave para la lucha contra las crisis climáticas y de biodiversidad, y aunque hay acciones para su conservación, también existe una creciente preocupación porque se está llegando al “punto de no retorno”, ese momento en el que la pérdida de bosques y servicios ecosistémicos será más acelerada que la capacidad de la Amazonía para recuperarse. En ese sentido, a los expertos les inquieta que, de los países que comparten el bioma, sólo Colombia y Surinam hayan presentado sus NBSAP.

Ximena Barrera, directora de Relaciones de Gobierno y Asuntos Internacionales de WWF Colombia, asegura que es vital que todos los países aceleren la presentación de sus NBSAP y que estos sean medibles, que tengan un enfoque que incluya a toda la sociedad, que involucren la transformación de los sectores productivos y que desarrollen estrategias claras de financiamiento.
“Sin financiamiento va a ser imposible implementar las metas del Marco Kunming Montreal y esto es un tema fundamental dentro de la negociación, porque hay una brecha económica muy grande que superar”, dice Barrera.
Para la especialista de WWF Colombia, la COP16 tiene como misión dejar una ruta clara para movilizar los recursos financieros, revisar los incentivos o los subsidios a industrias que están generando consecuencias negativas sobre la biodiversidad, fortalecer los esquemas de gobernanza y garantizar el acceso al financiamiento para los pueblos indígenas y las comunidades locales.
Oliveira considera que falta mayor voluntad política con la biodiversidad: “La voluntad política con la biodiversidad no es tan fuerte. Es necesario más esfuerzo de los gobiernos para traer la agenda de la biodiversidad al nivel de la agenda del clima. Se habla mucho de clima, pero no se habla tanto de biodiversidad. Sin embargo, hoy sabemos que para enfrentar el cambio climático necesitamos de una biodiversidad cada vez más íntegra y más fuerte”.
*Este artículo fue publicado originalmente en Mongabay