Las discusiones para proteger el planeta que se dieron en el marco de la COP 16 de Cali (Colombia) serán retomadas desde el 25 hasta el 27 de febrero en Roma (Italia), donde se espera entrar en la recta final de la negociación de los acuerdos que quedaron pendientes, tras la suspensión de la plenaria de cierre en la madrugada del 2 de noviembre de 2024 por falta de quórum.
Este encuentro se llevará a cabo en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Roma y será presidido por la presidenta de la COP16, Susana Muhamad, quien espera que esta sea una oportunidad para hacer Paz con la Naturaleza y alcanzar acuerdos históricos que se sumen a los logros alcanzados en Colombia.
«Quedaron pendientes decisiones importantes para que la implementación del Marco Kunming Montreal realmente pueda darse a fondo y podamos movilizar a los países y las partes a tener un acuerdo multilateral que tenga capacidad de gestión”, comentó la ministra de Ambiente.
La ministra aseguró que “he podido observar, en las consultas que hemos hecho en diciembre y en las reuniones ministeriales de enero y febrero, que el espíritu de la COP de la Gente y el espíritu de concertación siguen intactos. Vamos a terminar lo que iniciamos en Cali, en donde se lograron objetivos estratégicos que fueron muy importantes para darle dientes a esa política pública del Marco Kunming Montreal como fue la creación del órgano subsidiario para el Artículo 8J de pueblos indígenas y comunidades locales, el reconocimiento de las comunidades afrodescendientes y la creación del fondo Cali para lograr recaudar el pago por el uso de recursos genéticos en bases de datos digitalizadas y la histórica decisión sobre la protección de áreas marinas”.

Los temas clave en Roma
Los temas centrales incluyen la movilización de recursos, con estrategias para asegurar los fondos necesarios para implementar el Marco Global de Biodiversidad, estimado en 200.000 millones de dólares anuales hasta 2030.
Además, se evaluará la creación de un nuevo mecanismo financiero o la adaptación del actual Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF), principal fuente de financiamiento para la biodiversidad. Finalmente, se establecerá un sistema global de seguimiento para medir el progreso en las 23 metas del Marco Global de Biodiversidad.

